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Noe Guzman

El muerto con su muerte

¡Ya no puede más! se asfixia
como penuria en el viento
(Abrumador consuelo)
con el turbante
que cubre el rostro
del camino hacia la vida;
Los pasos, se sienten, cansan,
son débiles,
El movimiento de los helmintos
son de resonancia en el sarcófago.

¡Ha florecido un fruto vanamente!
en la retórica arena,
la cantidad de sangre ya es mínima
que se confunde entre capas de dentadura,
el alimento es escaso,
cuando no estas nada espera.
Salvo la equidad y la eterna belleza
(engalana tu vestidura);
Llegaran a ser parte
del contundente aroma a cementerio.

Es de noche, y en el refugio un silencio;
aparece un misterio,
equivale a una luz entre fuego y cenizas
(Arrumaco de vida eterna)

14/Abril/2005

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